Snow White (Mark Ryden)

domingo, 20 de febrero de 2011

Intencionalidad no premeditada

Ayer un nuevo (y buenísimo) amigo me dijo que tenía muy abandonado el blog. Esas palabras resuenan en mi cabeza desde entonces. Y mi conciencia ya ha dicho basta. Estoy siendo perra incluso para esto y no puede ser.

Además descubrí que otro nuevo (e interesantísimo) amigo había entrado también aquí. ¡Y acabo de ver que un amigo de toda la vida (que no enlazo porque no tiene blog) se ha hecho seguidor! Así que de repente me ha entrado una vergüenza tremenda por tener tan poco que ofrecer por estos mundos.

En este punto me planteo, ¿pero lo que escribo puede interesar a alguien? Son divagaciones sin ningún sentido. Si al menos fueran textos rollo el club de la comedia que hicieran pensar: "¡Oh! ¡Qué mujer tan ocurrente!", me sentiría más en paz conmigo misma. O si escribiera sobre política, música, tecnología, cocina, moda o bricolage, podría sentirme útil virtualmente hablando. Pero tampoco.

Podría intentar escribir relatos cortos. En mi adolescencia me dio por ahí durante una temporada. Lo cierto es que gracias a ello gané, año tras año, todos los "Jocs Florals" durante el colegio y el instituto. Cada primavera me ponía las botas comprando libros y CDs en el Abacus con el vale que me daban como premio. ¡Qué tiempos aquellos en los que sacaba partido de la literatura! ¡Jajajajaaaaa! La cuestión es que ya no tengo ganas ni inspiración para inventar y narrar historias. Así que los relatos cortos no, tampoco son una opción para mi blog.

Escribo sin la más mínima intención. Podríamos hablar de escritura mecánica deliberada. Que al ser deliberada dejaría de ser mecánica. Escribo sobre lo primero que me viene a la cabeza. He intentado anotar temas para después desarrollarlos. Pero luego me quedo en blanco. Y es que creo que yo escribo por naturaleza. Porque me apetece y me sale así, de repente. Lo concibo como algo terapéutico.

Esto último, concebirlo como algo terapéutico, me ha recordado algo sobre lo que podría escribir. Al final resultará que para mí estos post serán eslabones de una cadena que me acabarán llevando de tema en tema sin querer. Y para quien cometa la osadía de leerme, las piezas del puzle que conforma mi persona.

He aquí mi humilde intencionalidad no premeditada.

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